La fruta en almíbar, el comodín para los postres que siempre cumple

El final del año es sinónimo de celebraciones familiares, reencuentros con amigos, fiestas, etc. Son fechas de múltiple actividad social y, como marca la cultura mediterránea, toda celebración que se precie debe ir acompañada de una buena propuesta gastronómica. Cenas, aperitivos… Y hay que terminarlas de la mejor forma: con un postre. En esas múltiples opciones de dulce la fruta en almíbar a menudo le pone el color y, de alguna manera, también el toque de frescura.

Porque si algo caracteriza a la fruta en almíbar, además de permitirnos disfrutar de variedades frutales fuera de temporada, es la versatilidad en sus aplicaciones. Así, por ejemplo, el cóctel de frutas es ideal para formar parte de una macedonia que, como dicen las abuelas, “aligere” la digestión en las comidas copiosas. En el caso de las cerezas rojas y verdes, su sabor y colorido ambientan roscones, tartas e incluso las copas postcelebración. Las fresas en almíbar son buenas acompañantes en la puesta en plato de pasteles y un buen ingrediente en la decoración de tartas. Otro de los clásicos que podemos hacer realidad con las frutas en almíbar es la tradicional compota. En ella funcionan especialmente bien las peras en almíbar ligero, que más tarde se acompañarán con manzanas asadas, canela y pasas.

Por eso, en estas fechas de preparación de esos próximos eventos o para estar listos de cara a posibles imprevistos, es buen momento para ir haciendo acopio de frutas en almíbar. Además, por su naturaleza son conservas de larga duración que siempre podrán tener cabida en nuestras mesas si no llegan a utilizarse ahora.

En Grupo Celorrio tenemos una amplia gama para elegir: melocotón entero o en mitades, pera entera o en mitades, fresas enteras, fresas salvajes, piña en rodajas, cerezas rojas, cerezas verdes, gajos de mandarina, gajos de manzana, albaricoque en mitades, uvas peladas o diversos cócteles de frutas.

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