Grupo Celorrio: el valor de la experiencia de tres generaciones

Cuando se piensa en Celorrio, es habitual que varias generaciones de personas tengan recuerdos en torno a ella: abuelos, padres e hijos consideran esta marca como ‘de toda la vida’. Para explicarlo hay que remontarse a una larga trayectoria marcada por el crecimiento sostenido y la confianza que da la experiencia.

Pero, ¿de cuántos años se habla cuando se citan los orígenes de lo que hoy es Grupo Celorrio? La historia de la compañía se remonta a hace más de cincuenta años, en concreto a principios de los años sesenta del pasado siglo. Entonces Ángel Celorrio, agricultor, captó la necesidad de las pequeñas fábricas de la zona de Navarra y La Rioja de comercializar sus productos. Ahí comenzó su actividad de venta de alimentos de calidad que le llevó a recorrer España, en especial, la llamada Castilla La Vieja (actual Castilla y León, Cantabria y La Rioja), País Vasco y Aragón.

El fundador pronto contó con la ayuda de su hijo Félix Celorrio, que comenzó en la empresa con 14 años y en la actualidad sigue liderando la compañía. A la vista del buen funcionamiento de la actividad, que continuaba creciendo apoyada en la calidad de sus productos, decidieron montar un almacén en Calahorra (La Rioja). A partir de los años 80 la gerencia recayó en Félix. Fueron tiempos de crecimiento significativo, viendo nuevas posibilidades de negocio más allá de la comercialización del producto fresco. Así se dio un paso más en su expansión al construir una fábrica de conservas en Milagro (Navarra).

Poco a poco se fue completando el control integral de todo el proceso: desde el campo, hasta el cliente, pasando por una elaboración propia. Esto vino acompañado de la adquisición y creación de nuevas fábricas como las de Tauste, Falces (Navarra), Logroño o China.

El presente: en más de 40 países y cientos de referencias

En la actualidad, Grupo Celorrio está compuesto por múltiples marcas como Miau, El Encierro, El Pilar, Mimo, Rombo D’Oro o Zalea, entre otras. Además, sus productos llegan a más de 40 países de todo el mundo. Los espárragos, las alcachofas o el tomate son algunas de las conservas más habituales, sin olvidar otras verduras como el cardo o la acelga, por ejemplo, y las de pescado o las legumbres. En concreto, hoy son más de medio centenar la variedad productos con cerca de mil referencias.

Pero si algo no ha cambiado es su concepción de empresa familiar: su gestión sigue en manos la familia Celorrio (Félix y sus tres hijos); y el público familiar es la principal preocupación de la compañía que tiene como lema “la mejor calidad al alcance de todos”.