La campaña del Guisante entra en su recta final después de unas intensas semanas de trabajos repartidos en el campo y los procesos de fábrica para la preparación del fruto. Grupo Celorrio inició esta campaña  a principios de mayo  y la ha mantenido activa desde entonces a partir de los trabajos desarrollados en plantaciones de La Rioja y Aragón. En total, esa actividad en el campo ha abarcado unas 500 hectáreas de cultivo.

Las plantaciones de La Rioja y Aragón en las que se ha llevado a cabo toda la fase de cultivo están consideradas entre las que mejores condiciones reúnen para el cultivo del guisante de toda la Península. Fundamentalmente, la clave está en sus características climatológicas de notables contrastes térmicos entre el día y la noche, que favorecen el desarrollo normal del fruto, incluso en coyunturas más adversas como la de esta temporada.

Formatos

El proceso de fabricación se ha desarrollado de forma paralela al del recolección y entra ahora en la recta final. Este trabajo se asienta como eje clave en la separación y distinción del guisante en los distintos calibres para su envasado posterior.

Grupo Celorrio distribuye las conservas resultantes dentro de varias de sus marcas, como Celorrio, Mimo, El Pilar y Rombo D’Oro, e incluyendo diferentes formatos. Asimismo, el guisante también se emplea como ingrediente para otras conservas más complejas como los diferentes tipos de menestras de verduras.