El gazpacho, elaborado a base de tomates, es uno de esos indispensables de la dieta mediterránea tan alabada por los nutricionistas. Además, es una opción muy apetecible para el verano, ya que puede consumirse en frío.

Su aporte calórico por ración a penas supera las 100 calorías, pero te aportará una buena dosis de proteínas, hidratos de carbono, fibra, calcio y hierro. También constituye una buena fuente de vitaminas, entre las que destacan:

• Vitamina A: es fundamental para niños y madres lactantes. Para los vegetarianos y veganos, además, se recomienda un consumo superior al del resto de la población debido a que siguen una dieta centrada en alimentos de origen vegetal.
   
• Vitamina B1: tiene una función muy importante en el organismo para metabolizar los carbohidratos. Una carencia de esta vitamina dificultaría este proceso, provocaría un déficit de energía y nos haría más propensos a las lesiones del tejido nervioso.

   

• Vitamina B2: una ingesta adecuada de esta vitamina evitará que tengamos grietas en los labios y en las comisuras de los labios. Es la forma que tiene de comunicarse con nosotros el organismo para alertarnos de su carencia.

   

• Vitamina C: presente en frutas y hortalizas, mejora la absorción del hierro. Es necesaria para mantener el colágeno, que es el componente más abundante de la piel y los huesos.

   

• Vitamina E: es un antioxidante y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura la identifica como uno de los posibels factores preventivos para la arteriosclerosis (pérdida de elasticidad de las arterias) y el cáncer.

En Celorrio ofrecemos este manjar en formato de medio litro y de un litro. De esta forma, si sueles comer solo, podrás disfrutar todas sus propiedades sin tener que desperdiciar parte del gazpacho. Y, si has elegido el gazpacho para compartirlo con más personas, no deberás preocuparte por si habrá suficiente para todos. ¡Invítalos a repetir!

Si quieres convertirlo en un primer plato ideal para el verano, puedes acompañarlo de una deliciosa y sencilla guarnición. Simplemente trocea en daditos un poco de tomate, pepino, pimiento verde, pimiento rojo, cebolla y un huevo duro. Colócalo sobre la superficie del gazpacho, acompáñalo con unas láminas o rebanadas de pan tostado y ¡a disfrutar del verano!